Ésta investigación se publicó en Addiction Biology. El estudio se llevó a cabo con 200 adolescentes hombres, y se descubrió que los jugadores compulsivos poseen una red neuronal hiperconectada.
“La mayoría de las diferencias que notamos podrían ser consideradas benéficas, pero vienen inseparablemente con problemas”; Jeffrey Anderson, autor del estudio.
La hiperconectividad entre las redes neuronales, ayuda a fortalecer la habilidad de dirigirse a objetivos y así reconocer nueva información del entorno.
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Fuente: Addiction Biology